Del laboratorio a la empresa de biotecnología, un camino desafiante y de reaprendizajes
“El principal fueguito es solucionar problemas en las comunidades donde investigamos y desarrollamos nuestros proyectos”: esa es la premisa de María José Blariza, investigadora, doctora y empresaria al frente de RNAgro, recientemente galardonada por la Confederación Económica de Misiones (CEM) con el Premio Mujer Empresaria Misionera.
Integrar ciencia y territorio es el desafío que ilustra la trayectoria y el camino que eligió María José liderando una empresa de biotecnología que busca transformar años de investigación en soluciones de alto impacto para el agro: actualmente RNAgro desarrolla biopesticidas de nueva generación basados en interferencia por ARN (ARN) diseñados para un control selectivo y sustentable de plagas agrícolas.
Al respecto, María José -que el próximo año representará a Misiones en el certamen Premio Mujer Empresaria Argentina de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)- destaca que la problemática que investigan “es local, pero también regional y global”.
Y es justamente en ese proceso de desarrollo científico donde se inicia un camino de transformación desde el laboratorio hacia una empresa de biotecnología. Al respecto, indica que “el camino desde un laboratorio hacia una empresa de biotecnología representa una reorganización de tiempos y esfuerzos, además de un “reaprendizaje de terminología, formas de hablar, de encontrarse con el territorio, de buscar soluciones concretas dejando de ser proyectos de laboratorios”.
“Como científicos siempre comenzamos a buscar soluciones pero el tema, es que durante la formación y la carrera profesional, nos forman para ser científicos de mesada, puros digamos. No estamos preparados ni tenemos la formación en negocios y buscar inversores; algo que es una dinámica completamente diferente”.
“Esa transformación y esa búsqueda de financiamiento es un trabajo muy arduo pero que realmente da mucha satisfacción”, proclama María José y destaca al tiempo como factor estratégico y determinante de dichos procesos.
Como corolario, María José insiste en que la ciencia es aquello que no descansa: “Un científico vio una necesidad y se planteó un problema a partir del cual procura encontrar la solución. La actividad científica está a pleno todo el tiempo y en todos lados: nuestro rol es identificar problemas y abordarlos buscando soluciones”.
